Los compañeros

Hasta ahora la clase va de maravilla. No importa el levantarte temprano, Desayunamos. Reímos, contamos experiencias, tantas que es triste que se pierdan en el olvido. Cada día ha sido maravilloso. Creo que una de las cosas que no te explican al llegar a una escuela es que tienes muchos más que dos instructores: todos y cada uno te enseñan una lección, una materia de vida muy variada. No diré nombres pero puedo ennunerar cualidades de cada uno y cada una. Si en mi mente repaso donde están sentados felizmente puedo decir: el niño fresa y cariñoso, un niño en cuerpo de joven casado y enamorado, a la moda y de sangre liviana que corre a felicitarte con brillo en los ojos y quiere saber todo de ti, el que te hace sentir que eres su héroe. El experimentado políglota, enamorado y todo un caballero en modales que tiene las felicitaciones más sinceras y una memoria para recordar los puntos positivos que no notas ni tú mismo de tu propia exposición. El que mira más allá de lo evidente, que siempre resalta el punto en que debes aplicar para ser mejor persona. El humilde y sangriliviano, que se emociona con cada cosa que aprende y que viene y te abraza cada que te ve y te deja impregnado de sinceridad. El que ha cambiado una vida cómoda por una de servicio al prójimo que nunca verá a los demás con arrogancia y que aunque es más preparado que tú observa tus comentarios con interés y los aprecia como si de una cátedra magistral se tratara. El que no sabe si aún ha encajado o si está a la altura de sus compañeros pero que admira a cada uno y desea, cuando sea grande ser como todos los demás. El que está a la moda y tiene estilo pero que está ahí para aprender junto contigo, que se quiere sentar junto a ti en cada comida y disfruta tus pláticas. El que es callado, con una voz tranquilizadora y que te hace sentir querido cuando habla contigo. El que tiene todas las cualidades para ser un hermano de grandes responsabilidades pero que te ve como si tú fueras su maestro, capaz de compartir cosas graciosas contigo y reír de tus chistes. Que siempre vomteara a  asegurarse de que te hizo sentir bien. El que te ve como si fueras su mejor amigo de toda la vida, y que te genera la confianza de conversar, abrazar y bromear con todo el cariño que se le tiene a una amistad de años. Todos y cada uno reflejan todas estas y más cualidades. Son heroes, son modelos a seguir, sin una maravilla y lo más gracioso es que ellos sienten lo mismo por los demás. Somos un grupo especial pues ya nos queríamos antes de conocernos. Y queremos aún más lo que vamos conociendo de nosotros mismos. Si, solo somos compañeros pero nos acompañamos en lo mejor que pudo pasarnos en la vida : servir a un dios maravilloso que nos ha colocado en un mismo lugar, con un mismo objetivo y bajo un mismo sentimiento.