Al caminar alejandome de ti volteé hacia atrás y lloré, quisiera un día volver como lo hace el agua del río. Esa es la letra de mi canción favorita en chino. Kawa no nagare no youni. Como el agua del río.
Era justo eso lo que quise hacer un día que deje a mis compañeros de la prestigiosa clase 100 de la Escuela de entrenamiento ministerial. Cuando regresaba a casa me pregunté si algún día tendría amigos tan cercanos como mis compañeros: era una clase especial, cada uno de nosotros hablaba al menos dos idiomas, nos admirabamos unos a otros, nos sentíamos especiales y la amistad que teníamos también. Deja que me ría un poco de lo cursi de las palabras que acabo de escribir... Dónde están ?. Que fue de ellos? No lo se con seguridad, lo ignoro al igual que ignoro que le pasó a la amistad. Aún tengo contacto con C****.
Deja te platico de C*** ese desgraciado maldito es la razón de muchas de mis sonrisas. Nos asignaron a la misma congregación, no éramos compañeros de cuarto pero si pasábamos los domingos juntos. Ese hombre es el amo de la comedia. Me traía toda la calle riendo. Aprendí el sarcasmo gracias a él y aún hoy no puedo publicar nada sin que ese maldito me haga reír con alguna respuesta ingeniosa que me hace quererlo aún más. Es feliz. Se casó y es ahora todo un empresario de alimentar masas.
S**** es también una de las personas que más quiero. Jehová me dio la dicha de volver a ser compañeros en las asambleas. Ese S*** si supiera cuánto lo admiro!! Ese hombre es la viva imagen de la benignidad. Ese hombre me vio subir a dar un discurso, el seguía de mi, así que se levantó y dijo: ese de ahí es mi amigo y pavoneandose de ser mi amigo volvió a tomar su lugar. Ese S*** tiene el alma más pura que conozco y las anécdotas más estrafalarias y divertidas, siempre lo dijimos en la clase: el vive en el centro del universo donde todo sucede !!.
Cerca de mi vive uno más, S*** le he visto más que a los demás y nos queremos mucho, somos del clan. Podemos platicar y sentir que somos los amigos de toda la vida. Le quiero tanto... Pero el está enfocado en su vida. No me busca a propósito como lo hacen los otros dos que ya mencioné pero tampoco yo lo hago. No necesito decirle cuánto lo aprecio, el lo sabe y yo sé que el siente lo mismo por mi, aún así, el vive en su mundo y yo en el mío. Cuando nuestros mundos conviven es maravilloso. Solo quisiera que fuera más seguido.
Hay otros claro está, dos o tres de tantos que fuimos. A unos los vi de nuevo pero no sentí cariño de su parte, ellos me demostraron lo que a lo largo de la vida he sabido: hay personas que pasan por tu vida para enriquecerla, pero su momento pasa y sus historias siguen en otro lado, con otras gentes. Uno añora el recuerdo de ellos y los momentos pasados pero no siempre será lo mismo y duele aceptarlo, peor aún porque sabemos que en nuestro caso somos lo mismo para otros más.
Cuando en la melancolía de mi mente sus nombre resuenan, el eco del olvido me calma repitiendo me que son felices. Yo también lo soy con las personas y los momentos de los que me rodeo, rogando no formar parte del olvido en las mentes de los demás, ese olvidó que resulta ser la prisión más tenebrosa y lujubre del universo.
Kawa no nagare no youni canto en mi mente, quisiera volver como el agua de un río, pero a veces olvidó que el agua de los ríos se aleja...
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